domingo, 7 de abril de 2019

Aunque la Higuera no Florezca

"Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación." (Habacuc 3:17-18)

Jesucristo es suficiente.
Tener los ojos puestos en Dios, contemplar su salvación, es tener gozo en Él, aun cuando todo a tu alrededor aparenta fracaso, ruina, y sequedad.

Jesús es la fuente de Agua Viva, Él es el Buen Pastor que siempre tendrá pastos buenos para sus ovejas, Él es el Pan de vida, Él es nuestro sustento y mantenimiento, mas que temporal, eterno. Por eso, nuestra vida siempre gozará en Cristo de esperanza, aun en medio de la más dura temporada, sabiendo que ni la muerte nos podrá separar del amor de Dios que es por medio de Cristo Jesús. 

El profeta Habacuc estaba contemplando la salvación de Dios, su misericordia, su gracia, su fidelidad. Él estaba contemplando a Cristo y se gozó en su salvación. Ante tal regalo, y favor de Dios, cualquier factor adverso de hambruna, sed, economía, etc., pierde valor e importancia real. Lo visible es temporal, pero lo invisible es eterno. Las tribulaciones son temporales, pero la vida que hemos recibido de Cristo es eterna. Y claro está, nuestro Señor es Fiel, y de acuerdo a sus propósitos no nos dejará padecer más haya de lo que podamos soportar, él hará fluir ríos en el desierto, y manantiales en la tierra seca... ¿Y si morimos en el desierto? Gloría a Dios si hemos cumplido con su propósito, si hemos sido esforzados y valientes, si nos gozamos en él y si le dimos gloria en todo, pues tendremos grande galardón en los cielos y habremos descansado de todo sufrimiento. Piense en la vida de los apóstoles de los primeros años de la iglesia. Sus vidas terrenales terminaron en persecución, pobreza humana, como criminales, privados de la libertad, sometidos a sus verdugos, pero vivos, ricos y prosperados en Cristo, con los ojos en el galardón eterno de haber vivido sus vidas conforme al plan de Dios y siendo participes del Evangelio de Jesucristo para anunciar verdad tan gloriosa a cuantos pudieron.

No es sencillo. Muchas veces puedes abrir tu nevera y encontrarla vacía; tus hijos piden y buscan y te sientes mal si no lograr suplir todo. Tienes cuentas pendientes por pagar, la renta, los recibos, y no hay trabajo o suficientes ingresos. En estas circunstancias cuesta doblar rodilla para decir "alabado sea tu nombre", "Me gozará en ti, oh Dios de mi salvación". Cuesta darle gloria y darle gracias. Normalmente buscamos es quejarnos y oramos no para alabar y someternos a la voluntad de nuestro Señor. Pero es aquí donde debemos aprender a gozarnos como Habacuc y glorificar a Dios.

Ahora, no se confunda. Una cosa es darle gracias, gozarse y glorificar a Dios en todo momento, y otra quedarse dormido y descuidar su labor. Usted está comisionado de parte de Dios a trabajar, a ser esforzado y valiente, en especial si tiene esposa e hijos a quienes sustentar. Glorifique a Dios, pero también tome esfuerzo y sea valiente. Procure un mejor trabajo si puede, aprenda más si Dios le da la oportunidad, sea independiente si Dios le muestra el camino, sea buen empleado si trabaja para una empresa, para un jefe, y deje la ansiedad y necesidades del desierto en manos de Dios. Él es nuestro Padre, y si le pedimos, y nos movemos en fe (la fe sin obras está muerta) "el pan nuestro de cada día", Él es Bueno y nos proveerá. 

No lo olvide: Cristo es suficiente, y escrito está "Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura".

Gracia y Paz con todos.

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