martes, 24 de febrero de 2009

CRISTO Y LOS HOMOSEXUALES

Me ha causado gran malestar una noticia en Inglaterra que se titula "Londres no permite la entrada a 2 evangélicos que rechazan la homosexualidad"--Malestar por que Odian a punto de muerte a los homosexuales sin querer presentarles el evangelio!!!.
El problema no es que los cristianos rechacen la homosexualidad, el problema es que rechazan y apartan al homosexual (Ya sean lesbianas o gays) sin presentarles el Evangelio. Cristo nuestro Señor y Dios, en ningún momento rechaza a la persona como tal, sin importar su condición de pecado, si éste viene arrepentido ante Él. Dios en su misericordia, llamando a salvación con amor nos da las fuerzas para mejorar y crecer a la medida de Cristo. No es peor matar que ser homosexual, o mentir a los padres que tener estas inclinaciones; todos somos igualmente pecadores y excluidos de la Santa Gloria de Dios; pero Dios mismo en amor por medio de Jesucristo provee perdón y limpieza de pecados a todo aquel que en Él cree. Jesús murió por todos en la cruz, incluyendo por el homosexual.
La labor del Cristiano es (Sin decir que ser homosexual está bien) llamar en amor a estas personas y presentárselas a Cristo, llamarlas al arrepentimiento exponiendo a ellas el evangelio. Será Dios por medio de su Espíritu, por la obra de nuestro Señor en la Cruz quien los convencerá, los salvará, limpiará, y santificará a quienes de ellos crean... Pero... ¿Cómo van los homosexuales a conocer el poder y amor de Dios y su condición de pecado, ser transformados y renovados, si los propios cristianos los rechazan a nivel de odio de preferir la muerte de ellos que predicarles el evangelio??
La noticia que empecé citando dice que los "evangélicos" Fred Phelps de 79 años, y su hija Shirley de 51, siendo miembros de una iglesia cristiana Baptista en Kansas (EEUU), se les negó la entrada a Londres por ser parte de esta iglesia que rechaza enérgicamente a las personas homosexuales, hasta el punto de aprobar el asesinato de ellos. Las 2 personas en mención se dieron a conocer por festejar o celebrar la muerte de un homosexual en Estados Unidos. ¿Cristianos festejando la muerte de un hombre???
Dios es claro. Él rechaza la homosexualidad como todos los demás pecados (fornicación, adulterio, robo, asesinar, idolatría, etc. --en general rechazar a Dios--), pero le muestra amor en misericordia al pecador y lo perdona en Cristo si este viene al arrepentimiento... ¿Y si no se arrepienten?. Pues Dios es soberano, y Justo. El que rechaza creer ya ha sido condenado, amo más las tinieblas que la luz; y será Dios quien le juzgue. Nosotros seguimos llamando a la reconciliación por medio del Evangelio, a que los hombres hagan la paz con Dios. 
Rechazo al pecado de homosexualidad: ROMANOS 1: 18-28.
Dios amo a todos y nos perdono en Cristo, si ponemos nuestra fe en Él, sino ya estamos condenados aun siendo heterosexuales: SAN JUAN 3:16-18.
Quiere que todos seamos salvos, embajadores de Cristo, en el ministerio de la reconciliación entre los hombres del mundo y Dios. 2 CORINTIOS 5:16-21

lunes, 9 de febrero de 2009

UN ANGEL EN UNIFORME

Esta es una reflexión muy bonita, no es mía, pero me ha gustado y por eso se las comparto; espero que sea de bendición y esperanza si estan algunos de ustedes pasando por momentos de dolor y lagrimas, que Dios Padre de Nuestro Señor Jesucristo este con ustedes.

"Donde hay un gran amor, siempre hay milagros"

Esta es una historia de familia que me contó mi padre
acerca de su madre, mi abuela.

En 1949 mi padre acaba de regresar de la guerra. En todas
las autopistas estadounidenses se veían soldados en uniforme
que buscaban transporte para llegar a casa, como era costumbre
en aquella época.

Tristemente la emoción del encuentro con su familia pronto se vio ensombrecida. Mi abuela enfermó gravemente y tuvo que ser hospitalizada. Eran sus riñones y los médicos le dijeron a mi padre que necesitaba una transfusión de sangre de inmediato; de lo contrario,
no pasaría de aquella noche. El problema era que su tipo de sangre era
AB-, un tipo de sangre muy poco común incluso hoy día, pero aún más difícil de encontrar porque en esa época no había bancos de sangre
ni vuelos para enviarla. Se examinó a todos los miembros de la familia,
pero ninguno tenía el tipo requerido. Los médicos no daban ninguna esperanza;
mi abuela se moría.

Bañado en lágrimas, mi padre salió del hospital para ir en búsqueda de la
familia, para que todos tuvieran la oportunidad de despedirse de la abuela cuando conducía por la autopista, se cruzó con un soldado en uniforme que pedía transporte para llegar a casa. Profundamente triste, mi padre no sentía en aquel
momento el deseo de hacer una buena obra. Sin embargo, fue casi como si algo ajeno
a él lo obligara, se detuvo y aguardó mientras el extraño subía a l auto.

Mi padre estaba demasiado perturbado para preguntarle su nombre, pero el soldado advirtió de inmediato las lágrimas de mi padre y averiguó el motivo. Mi padre le contó a aquel completo extraño que su madre estaba muriendo en ese momento en el hospital porque había sido imposible
encontrar su tipo de sangre, AB-, y que, de no encontrarlo antes de la noche,
seguramente moriría.

Hubo un gran silencio en el auto. Luego el soldado no identificado le extendió
la mano a mi padre, con la palma hacia arriba. En la palma de su mano estaba la identificación que llevaba alrededor del cuello. El tipo de sangre indicado para ella era AB-. El soldado le dijo a mi padre que regresaran de inmediato al hospital.

Mi abuela vivió hasta 1996 cuarenta y siete años más, y hasta la fecha nadie
en la familia conoce el nombre del soldado. Pero mi padre se pregunta a menudo:
¿Fue realmente un soldado, o un ángel en uniforme?

Salmos 146:5 Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios.

Fuente: Sopa de Pollo para el Alma de la Madre

www.RenuevoDePlenitud.com

sábado, 7 de febrero de 2009

EL VALOR DE LA SANTIDAD

El día de hoy, tome un taxi para ir  a trabajar. El taxista tenia sintonizada una emisora cristiana, y en el mensaje el pastor contaba, como por dejarnos llevar de lo que Satanás quiere, perdemos la santidad: El enemigo quiere que nuestras mujeres se comporten y vistan como el mundo se comporta y se viste, con trajes Súper insinuantes y más que sensuales "sexuales", donde lo único que pretenden es exaltar el cuerpo y mostrar lo que más pueden, olvidando que nuestros cuerpos son Templo del Espíritu de Dios (Para los que ya recibimos a Cristo y lo confesamos). Quiere que las parejas de novios en la iglesia se comporten mal, donde esas nuevas relaciones son solo cuerpo, caricias, sexo y vanidad; cambian de pareja de nada en nada, no cultivan el amor, ni tienen compromiso y son solo una pareja más como las que el mundo presenta. Quiere que quienes están casados, dejen de estar juntos, no se hablen, no se consientan, no se digan cosas bonitas, todo eso con el fin de separarlos y divorciarlos. Quiere que más jóvenes Cristianos acepten el vivir en Unión Libre con sus parejas, olvidando el sentido del compromiso, no con la sociedad o por un papel legal, no por tener "permiso" de hacer el amor (sexualmente hablando), o por reconocimiento económico para algunas empresas, sino como compromiso de amor y entrega total de la relación de pareja con Dios (Así como el bautismo, es el testimonio público de mi relación individual y entrega a Dios, el matrimonio es el testimonio público como pareja de la entrega y relación con Dios). El diablo quiere que los niños, jóvenes y todos en general sean vulgares y les de pena hablar las cosas maravillosas y buenas de nuestro Señor y Dios, por eso ha puesto en los padres NO corregir a sus hijos, sino dejarlos hacer lo que quieren y dejarlos decir lo que quieren. Todo esto nos aleja de la santidad a la que el Señor nos llamó, y cuando en una Iglesia se pierde la Santidad, se desborona y se hunde en caos

Andad como hijos de Luz: Efesios 5: 1-20.

Fragmento:No seáis, pues participes con ellos (el mundo y las tinieblas), porque en otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.” Efesios 5:7-10