viernes, 19 de abril de 2019

DOS LADRONES. ¿CUÁL ES USTED?


El día que nuestro Señor fue crucificado, relata el evangelio que "Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda." (Mateo 27:38).
He escuchado a algunos, incluso cristianos decir que pusieron a un "ladrón bueno" y a un "ladrón malo". Pero la Biblia nos enseña que ambos eran malos, ambos pecadores, ambos burladores de Cristo: "Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza... Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él." (Mateo 27:39, 44). No había nada de un "ladrón bueno".

Yo veo en esta escena de la cruz, toda la humanidad, y a mi mismo. Cada uno nos podemos identificar con uno u otro ladrón. Con uno u otro pecador. Ambos naturalmente apartados de Dios, ambos ajenos a la vida eterna, ambos ignorantes de Cristo; pero uno por la misericordia de Dios en su gracia, oyó, observo, vio y entendió que era pecador, que Jesús era Santo, que Jesús era inocente, que era el dueño de la vida, la eternidad, la resurrección, el Reino eterno, pudo ver no a un "hombre" siendo crucificado, sino al Salvador. (Lucas 23:40-42)

La fe comienza por el oír la voz de Dios. Deduzco que con cada poderosa Palabra del sermón de la Cruz, el ladrón que mostró arrepentimiento fue convencido. Así la Palabra de nuestro Señor llego a nosotros, y nos convenció. Estábamos igualmente condenados como el ladrón, malos, ajenos a Dios, separados de Dios, pecadores camino a la muerte eterna, más a tiempo pudimos oír la Palabra de vida eterna, y ver por fe a nuestro Salvador. Aquel ladrón en la cruz, paso de muerte a vida; su humano cuerpo terminó por agonizar y morir al ser quebradas sus piernas en ese madero, pero ya estaba eternamente vivo. Así nosotros ya estamos eternamente vivos, aunque nuestro cuerpo humano cada día esta agonizando, y muchas veces el vivir en este mundo caído nos quiebra "las piernas", proyectos, deseos, esfuerzos, sabemos que nuestro esperanza en Él es real, no será para vergüenza, tenemos vida y nada nos separará de su amor. (Romanos 8)... claro, si es que de verdad le hemos oído, y su Espíritu está en nosotros. De lo contrario seremos el ladrón que no se arrepintió.... Si no es Cristo lo que mueve nuestra vida, si no es su Espíritu quien nos santifica día a día, si no es en nuestro corazón el deseo por Jesús, el deseo de crecer en santidad, el deseo de servirle, el amor entrañable por su obra, por su iglesia, por los hermanos, entonces no somos más que el ladrón injurioso que escuchando no oyó, y aun muriendo al pie de Cristo, fue para muerte eterna, sin esperanza, sin salvación. El que no ha nacido de nuevo, no tiene vida eterna, el que no ha nacido por el Espíritu sigue muerto y separado de Dios. Nuestro Señor nos ampare en su misericordia de tal desdicha.

Entonces la pregunta es: ¿Qué "ladrón" de la escena de la cruz eres?.

Miguel Caicedo, siervo del Señor, llamado a anunciar el evangelio.

SACRIFICIOS SEMANA SANTA

Una vez al año, se prepara una semana "especial" en el ámbito religioso, por así decirlo del cristianismo. La Semana Santa o Semana Mayor.

Iniciando año, carnavales, fiesta, y todo el gusto a la carne posible; finaliza con el Miércoles de Ceniza  donde muchos de los que estaban el día anterior de juerga van a calmar conciencia entendiendo que son polvo y "al polvo volverán". Seguido a este rito, 40 días (Cuaresma) de "purificación" "ayuno" y otras penitencias en preparación de la pascua y recibir la "Semana Santa".

¿Qué es la Semana Santa?: Es en pocas palabras, el recordatorio de la semana en que Cristo entró triunfalmente en Jerusalem, fue crucificado, sepultado y resucitó. 

Hoy en día, en esta semana, millones de persona al rededor del mundo dicen recordar la pasión de Cristo, algunos se flagelan, otros simulan la crucifixión infligiendo daño a si mismos, millones deciden ayunar por única vez en el año durante este periodo, otros hacen penitencias dolorosas y sacrificios, creyendo así que Dios los oirá más, o podrán conseguir algún favor especial o milagro de Dios. Sin contar las romerías, peregrinaciones, el "paseo" a las imágenes, y demás de una vida religiosa ritual.

¿Y qué enseña Dios o cómo pide pasar esta semana "mayor"? 

Igual que cada día, igual que cada semana, porque escrito está: "La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales." (Colosenses 3:16)... Esto muestra una practica viva, no ritual ni esporádica para algún rito. Además, en el momento en que Jesús nuestro Señor murió en la cruz, el velo del Lugar Santísimo (Que representa la Ley Ritual en la que eran necesario los sacrificios continuos, y las observancias rituales de ceremonia conforme a lo revelado a Moisés a través del sacerdocio de los hijos de Aaron y el servicio de los Levitas) fue roto de arriba a bajo (Mateo 27:51). Ahora todo acercamiento a Dios, su bendición a sus hijos, el ser oídos por él como Padre y Dios, es por medio de Jesucristo por su justicia, su perfección, su vida ofrendada. Y con todo, aun para los idolatras, los ateos, y muchos que desprecian la verdad del Evangelio, el Señor les da bondades, bendiciones, y si él quiere en su soberanía, milagros; porque Él es bueno para con todos (Mateo 5:45)

Jesucristo fue sacrificado una sola vez y para siempre, nunca más de nuevo (Hebreos 10:12), y vano y ridículo es cualquier sacrificio que se quiera hacer o asemejar. Nada de eso da honra a Dios. El honrarlo verdaderamente, ayunar para Él, vivir para Él, purificarse para Él, parte de conocerlo a Él (Juan 17:3), es tener la vida eterna que solo Él da, y esto se refleja en todo aspecto del vivir, todo el tiempo de esta vida aquí. No es solo una semana santa; es una VIDA SANTA... Es decir apartada y santificada por Dios. No es ser perfectos y no pecar, ser infalibles y nunca equivocarse, pues somos humanos, débiles y precisamente por nuestra debilidad es que necesitamos a Cristo como Señor y Salvador. Por nosotros mismos no podemos hacer nada.

Igual que en Isaias 58: 6 el Señor dice: "¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová?"... ¿Será semana santa que haga el hombre todo el show, sacrificios, rituales, "ayunos" en nombre de Cristo para recordar su muerte?. Mejor guardar sus mandamientos, arrepentirse de corazón, tener corazones circuncisos, amar al prójimo, partir el pan con el hambriento, dar de tomar al sediento, vestir al desnudo, viviendo por el Espíritu siempre."De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura (nueva creación) es ; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas." (2 Corintios 5:17)

domingo, 7 de abril de 2019

Aunque la Higuera no Florezca

"Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación." (Habacuc 3:17-18)

Jesucristo es suficiente.
Tener los ojos puestos en Dios, contemplar su salvación, es tener gozo en Él, aun cuando todo a tu alrededor aparenta fracaso, ruina, y sequedad.

Jesús es la fuente de Agua Viva, Él es el Buen Pastor que siempre tendrá pastos buenos para sus ovejas, Él es el Pan de vida, Él es nuestro sustento y mantenimiento, mas que temporal, eterno. Por eso, nuestra vida siempre gozará en Cristo de esperanza, aun en medio de la más dura temporada, sabiendo que ni la muerte nos podrá separar del amor de Dios que es por medio de Cristo Jesús. 

El profeta Habacuc estaba contemplando la salvación de Dios, su misericordia, su gracia, su fidelidad. Él estaba contemplando a Cristo y se gozó en su salvación. Ante tal regalo, y favor de Dios, cualquier factor adverso de hambruna, sed, economía, etc., pierde valor e importancia real. Lo visible es temporal, pero lo invisible es eterno. Las tribulaciones son temporales, pero la vida que hemos recibido de Cristo es eterna. Y claro está, nuestro Señor es Fiel, y de acuerdo a sus propósitos no nos dejará padecer más haya de lo que podamos soportar, él hará fluir ríos en el desierto, y manantiales en la tierra seca... ¿Y si morimos en el desierto? Gloría a Dios si hemos cumplido con su propósito, si hemos sido esforzados y valientes, si nos gozamos en él y si le dimos gloria en todo, pues tendremos grande galardón en los cielos y habremos descansado de todo sufrimiento. Piense en la vida de los apóstoles de los primeros años de la iglesia. Sus vidas terrenales terminaron en persecución, pobreza humana, como criminales, privados de la libertad, sometidos a sus verdugos, pero vivos, ricos y prosperados en Cristo, con los ojos en el galardón eterno de haber vivido sus vidas conforme al plan de Dios y siendo participes del Evangelio de Jesucristo para anunciar verdad tan gloriosa a cuantos pudieron.

No es sencillo. Muchas veces puedes abrir tu nevera y encontrarla vacía; tus hijos piden y buscan y te sientes mal si no lograr suplir todo. Tienes cuentas pendientes por pagar, la renta, los recibos, y no hay trabajo o suficientes ingresos. En estas circunstancias cuesta doblar rodilla para decir "alabado sea tu nombre", "Me gozará en ti, oh Dios de mi salvación". Cuesta darle gloria y darle gracias. Normalmente buscamos es quejarnos y oramos no para alabar y someternos a la voluntad de nuestro Señor. Pero es aquí donde debemos aprender a gozarnos como Habacuc y glorificar a Dios.

Ahora, no se confunda. Una cosa es darle gracias, gozarse y glorificar a Dios en todo momento, y otra quedarse dormido y descuidar su labor. Usted está comisionado de parte de Dios a trabajar, a ser esforzado y valiente, en especial si tiene esposa e hijos a quienes sustentar. Glorifique a Dios, pero también tome esfuerzo y sea valiente. Procure un mejor trabajo si puede, aprenda más si Dios le da la oportunidad, sea independiente si Dios le muestra el camino, sea buen empleado si trabaja para una empresa, para un jefe, y deje la ansiedad y necesidades del desierto en manos de Dios. Él es nuestro Padre, y si le pedimos, y nos movemos en fe (la fe sin obras está muerta) "el pan nuestro de cada día", Él es Bueno y nos proveerá. 

No lo olvide: Cristo es suficiente, y escrito está "Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura".

Gracia y Paz con todos.