sábado, 2 de mayo de 2009

MORIR-VIVIR-LUCHAR- GANAR

UN DIFICIL CAMINO 1

La vida está llena de obstáculos y problemas, que pueden detener nuestro caminar, y nuestro crecer.




Primeramente pido disculpas a los lectores, por estar desaparecido tanto tiempo, muchas veces nuestra propia vida nos absorbe y nos dejamos cargar de muchos compromisos, y así mismo olvidamos otros que el Señor nos ha puesto. Pero fiel es él, que aun en nuestros errores nos permite aprender.


Palabra del Señor vino a mi en está mañana, y es: "Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él, arraigados y SOBREEDIFICADOS en Él y confirmados en la Fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias" Colosenses 2:6-7.


Muchas veces, olvidamos que la vida cristiana no es para nada fácil, al contrario es difícil, es de lucha continua, de batalla (No contra sangre ni carne), y de CRECIMIENTO. Pero así como en la vida normal o de las personas que no conocen aun a Dios, el Crecer duele (llueve sobre buenos y malos, hace sol sobre buenos y malos); no es fácil aprender a caminar y en medio hay muchas caídas, al igual aprender a montar bicicleta cuesta practicar y muchas veces caerse, la adolescencia ni se diga... es una lucha con todos y sobre todo con uno mismo por intentar comprenderse, la juventud, sus deseos, los sueños, todo es de ESFUERZO y continua lucha, así que el Luchar lleva a crecer y aprender. La vida Cristina no es diferente en este punto, también lleva esfuerzo, luchar, duele la mayoría de veces, pero la recompensa es la vida eterna que tenemos en nuestro Salvador.



UN DIFICIL CAMINO 2

Para crecer en la vida Cristiana, es necesario primero Morir. Sí, morir; se muere a la vida humana terrenal, nos negamos a nosotros mismo, aceptamos que solo en Jesús hay vida, y no tememos perder nada por causa de Él y del evangelio, sabiendo que así como Cristo murió y resucitó, también resucitaremos en Él y en la manifestación de su gloria. Segundo Vivir. La vida Eterna comienza aquí!!, de aquí nos preparamos y entrenamos para estar con Él eternamente. Nos toca crecer conforme vivimos, dejar las cosas de niño y madurar (espiritualmente), dejarnos moldear de su poder y voluntad, deseando Santidad, cubrirnos con la Armadura de Dios para enfrentar los ataques del Diablo (Efesios 6: 10-20), llenándonos de su Santa Palabra como alimento, y firmes en oración con nuestro Padre Celestial que nos ayuda a crecer.


Ahora, al igual que Jesús, nos toca cruzar muchas veces Desiertos que son las Luchas, las pruebas de entrenamiento para mejorar, si tenemos en cuenta que nuestro Señor nos dice que TODAS LAS COSAS NOS AYUDAN A BIEN si creemos en Él. Algunos dejan de creer en Dios o lo niegan o se apartan de su voluntad cuando se enfrentan a los desiertos (como el pueblo de Israel), pero Dios quiere que estemos más que nunca en Oración, dando Gracias en TODO, ayunando, ofrendando, diezmando, Sirviendo a su obra, sin desfallecer, teniendo la Fe que Cristo es nuestra Roca de Salvación, nuestro Escudo y Fortaleza, que SIEMPRE está con nosotros. Superando el desierto ganamos, escalamos, crecemos y como dice en Colosenses, Sobreedificados (Añadiendo pisos y niveles a nuestra vida Espiritual) vamos creciendo en Cristo.



UN DIFICIL CAMINO (Conclusión)

Es cierto también que muchas veces en medio de las pruebas, pensamos que Dios no está con nosotros, que no nos escucha y que nuestras oraciones "rebotan contra el techo", es así que sentimos que no vale la pena luchar al no sentirlo a Él. Nuestro Señor Jesucristo estando en la cruz, también sintió el frío de no sentir la presencia del Padre cuando exclamo "¿Padre por qué me has abandonado?". Pero a Dios no se le sigue o sirve por sentimiento, sino por Fe, no por vista, creyendo y él mismo después nos abrazará y confortará.


Permanezcan, sigan en la lucha, oren unos por otros, no olviden que ser parte del Cuerpo de Cristo es dar Fruto también (frutos del Espíritu Santo), el Fruto es símbolo de vida y abundancia, de dar, al final una buena cosecha es Ganar (No según la carne, sino según el Espíritu).


De nuestro tema
LEER TAMBIEN: EFESIOS 4: 1-16.