"Si pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" Colosenses 3:1-2.
La vida del verdadero creyente, gira en torno de Cristo como centro y Señor de todos los aspectos de su vida; familia, economía, trabajo, estudio, vocabulario, sexualidad, amistades, proyectos, salud, y cada aspecto de mencionar en la vida del hombre. No pueden haber áreas privadas en la que impidamos que Cristo actué, pues si Él es Señor, es Señor de todo tu ser, no solo a medias!.
Tener los ojos puestos en "las cosas de arriba" es tener los ojos puestos en Cristo, pendiente de su voz, de su Palabra, es estar en alabanza continúa, de corazón recto, honesto, sincero delante de él, un corazón que no oculta sus debilidades, defectos y errores, sino que confiesa su pecado, se aparta, y camina día a día en crecer en SANTIDAD, dejando día a días las cosas de atrás y extendiéndose adelante, siguiendo la voz del Divino Pastor (Salmo 23).
Tener los ojos puestos en "las cosas de arriba" es seguir la voluntad de Dios, no nuestros caprichos; voluntad que es conocida en la medida que pasamos tiempos de pasión y amor verdadero en ORACIÓN, en escudriñas las Escrituras (la BIBLIA), disciplinas de crecimiento y fortalecimiento en fe como el AYUNO, y las VIGILIAS, para fortalecer la amistad y comunión con Dios en su Santo Espíritu; disciplinas que muchos creyentes han abandonado tras doctrinas de prosperidad inmediata, pactos, positivismo, psicología manipulativa, y muchos otros pensamientos humanos contrarios a la sana Palabra del Señor, que dijo: "si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." Lucas 9:23.
Tener los ojos puestos en "las cosas de arriba" es seguir a Jesús a su manera, no a nuestra forma carnal. Es entender que NO HAY OTRO NOMBRE dando a los hombres en que podamos ser salvos (ni de santos, santas, "vicarios", "apostoles", "profetas", pastores, mensajeros, astros, religiones, ritos, sectas, etc), que no existe otro mediador entre Dios y los hombres, que no existe otro camino diferente para la Salvación, (Juan 14:6, Hechos 4:12, 1 Timoteo 2:5, Exodo 20:1-7, Isaias 42:8), y hemos sido perdonados solo por gracia, por la obra de Cristo en la cruz, GRATUITAMENTE sin merecerlo, por cuanto todos hemos pecado, y la paga del pecado es muerte, pero por don de Dios, hemos recibido vida en Cristo por medio de la FE en Él, ya no para vivir para nosotros mismos y en pecado, sino para vivir para Él, para su gloria, su honra y su alabanza, siguiendo la SANTIDAD sin la cual nadie le verá (Colosenses 3:17, Hebreos 12:14)
Tener los ojos puestos en Cristo es haber nacido de nuevo, es pertenecerle a Él y vivir por Él y para Él, amarle en cada instante de la vida, sin miedo a la muerte, alabarle, testificar de su amor, de su obra en nosotros, anunciar a todos su Nombre, el evangelio, predicar el arrepentimiento de pecados, su PRONTO REGRESO, porque vienen horas en que el mundo se lamentará por causa de Él, y azotes de dolor que nunca antes hubieron ni habrán sobre los moradores de esta tierra, y el que no esté en Cristo, solo le espera un duro juicio, y un lamento y lloro por los siglos. ¿Eres tan egoísta de no compartir el evangelio mientras sabes que tantos serán condenados al lago de fuego?
Ahora, tampoco estoy hablando de legalismos absurdos y fanatismos extremos de religiosidad, en que muchos caen, donde comienza a ver al diablo en cada cosa, en cada lugar, en todos y en cada uno; que se inclaustran entre 4 paredes para "no contaminarse con el mundo", donde enseñan que no hay que trabajar, que no hay que estudiar (y otros legalismos impositivos), que debes ser obligatoriamente pobre en todos los aspectos materiales (la doctrina extrema a la también falsa doctrina de la prosperidad errada de Balaam).... Personalmente estudio ingeniería, se que Cristo regresa en cual quier momento por nosotros, así que mi fe, amor, y servicio no lo tengo puesto en el oro ni las riquezas de esta tierra, pero como añadidura tampoco rechazo las bendiciones que Dios me permite tener, no para mi gloria, sino para bendecir también a otros que no tienen, para ayudar a mi familia, para sembrar en la obra del Señor, no por pacto, no por favores, no por milagros, ni intereses, sino por amor. (El evangelio no se vende, los milagros no se venden, la salvación no se vende, la bendición no se compra, con Dios no puedes pactar ¿te suena familiar?).
Pon tus ojos en Cristo, y que Él te de su medida y sabiduría, aprende también a no ser tropiezo al hermano, al que viene tras de ti, ora aun por la iglesia, porque en todos lados del mundo han entrado lobos disfrazados de ovejas, que están contaminando y moviendo la iglesia en apostasía y caminos anti biblicos, pero recuerda que aun de Roma que es Babilonia, el Señor tiene un remanente que Él llama "Pueblo mio", ora por ese remanente, para que oigan la voz diciendo "Salid de ella pueblo mio" (Apoc 17 y 18), y tú eres parte de esa voz, una voz de amor y sabiduría... si estas lleno del Espíritu de Dios. Que el Señor sea bendiciendote y guardando tu camino.
