viernes, 21 de enero de 2011

CRISTIANOS DE VERDAD

Un Desafío


"Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino como aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos porque yo (Jehová) soy santo" 
1 Pedro 1:14-16

Hace poco más de una semana, me encontraba por voluntad del Señor y movido por su Espíritu en un "Desafío Cristiano", un desafío que duró 10 días; 10 días apartado de toda clase de tecnología, despierto desde las 4am hasta altas horas de la noche, en todo momento glorificando a Dios, por medio de la oración, alabanzas, estudio de la Palabra, y diversas actividades, 10 días de esfuerzo primeramente espiritual, y seguidamente físico (no fue fácil): Todos los días corríamos una pista (trocha, cuevas, subidas, bajadas, barriales, quebradas, lomas, alambrados, etc) que simula la vida del creyente, una vida de esfuerzo, de sacrificio, donde diversas actividades nos fueron moldeando, nos exigían conocimiento de la Palabra, velocidad física, trabajo en grupo, fuerza o habilidad física, resistencia, para llegar al final. En varias ocasiones, me raspe, me corte, me doble las piernas, me fatigue, se me seco la boca y no podía saciar mi sed; pero no me rendí, llegue hasta el final, mis fuerzas eran renovadas en el Señor, en su Palabra, en sus promesas y en saber que estaba a mi lado.

Así es la vida de un creyente, un Cristiano de Verdad; es un Desafío. Un Desafío para decir NO al pecado, para decir cada mañana "Gloria a Dios, heme aquí Señor", para cada mañana glorificar el nombre que es sobre todo nombre (Jesucristo), para cada día crecer a pesar de las dificultades en una estatura espiritual, siendo llenos del Espíritu Santo, para no rendirse en la carrera, en la "buena batalla de la fe", prosiguiendo al blanco que es Cristo, despojándonos de nuestra carnalidad, y vistiéndonos de Cristo, de amor, de SANTIDAD, como dice en Colosenses 3. La vida de un verdadero Cristiano se ve en su amor por la Palabra del Señor, en su amor por las Sagradas Escrituras, por su búsqueda continua de la voluntad del Padre, del conocimiento de Cristo; para anunciar las virtudes de aquel que nos llamo de tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9), se ve en el fruto del Espíritu (Galtas 5); en pocas palabras su Carácter y personalidad se van moldeando día a día a la semejanza de Jesús nuestro Señor. Si hemos sido resucitados en Cristo pasando de muerte a vida, naciendo de nuevo por el Espíritu, vivamos también por el Espíritu, no seamos cristianos conformistas, que tan solo "calientan" asiento o butaca cada 8 días en la iglesia, pero que no evidencian una vida espiritual. Que importan que nos digan "fanáticos", o "locos", pues si somos del Espíritu vivamos por éste, y no por la carne que su resultado es muerte.

"Santificaos pues y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios" Lev 20:7-8, "seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" Hebreos 12:14, "El que venciere será vestido de vestiduras blancas y NO borrare su nombre del libro de la vida" Apoc 3:5, "He aquí, yo vengo pronto (Jesús en gloria); retén lo que tienes (Santidad, guardar la Palabra, el nombre del Señor, la fidelidad a Dios), para que ninguno tome tu corona" Apoc 3:11.

La Salvación NO es un juego, y la sangre de Cristo no hay que pisarla y menospreciarla, la Salvación SI se puede perder (en el sentido que tu mismo la desprecies con tu forma de vivir apartado de la voluntad de Dios); Cristo vuelve pronto, pero vuelve por una iglesia santa, sin mancha, sin arruga, una iglesia que vela y espera a su Señor. El verdadero desafío está en el día a día, en nuestros trabajos, en la universidad, en el colegio, en lo que hablamos, en lo que escuchamos, en lo que hacemos, en lo que miramos. Para mi ciertamente ha sido un desafío, pues quiero vivir en santidad y agradar a mi Señor antes que al mundo, por eso lucho día a día por deshacerme con el fuego de Dios de esos malos pensamientos que muchas veces me entran en mi cabeza, pero son basura y no los quiero, porque como santo no me convienen.

Amados, que el Señor sea una realidad de vida espiritual en ustedes, que NO sea una religión más, o un puesto en una iglesia cada 8 días, que no sea un titulo más, ni un club social, ni una vida ritual; sino poder, amor, autoridad, potencia del Espíritu, santidad, y demás cualidades de los verdaderos hijos de Dios. Si aun no has aceptado a Cristo en Espíritu y verdad como Salvador de tu vida, creyéndolo en tu corazón y confesandolo con tu boca, naciendo de nuevo, ahora por el Espíritu, te invito que lo hagas, que reconozcas que eres pecador, pero aceptas el regalo que por gracia Dios te dio, que renuncias y te apartas del pecado y por la sangre preciosa de Cristo, eres limpio, justificado, y salvo; no peques más y sigue a Cristo, toma tu cruz cada día, niégate a ti mismo y si crees con fe, veras la gloria de Dios y Jesucristo será una realidad de vida en tu vida.