miércoles, 30 de noviembre de 2011

ENTRE SOMBRAS

"Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento" Salmo 23: 4.

"Porque por fe andamos, no por vista" 2 Corintios 5:7.  

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Hay momentos de nuestra vida como creyentes en Cristo, en el que sin duda pasaremos por un valle de sombra de muerte, o por un desierto; problemas de la vida cotidiana, la familia, enemigos por causa del evangelio, persecuciones, tribulaciones, perdidas de algún ser querido, incertidumbre ante situaciones que no podemos comprender y que no sabemos donde llegarán. Es en estos momentos donde se probara y reforzara nuestra fe, será en estos tiempos donde aprenderemos a depender solo de Dios, a confiar en su Palabra y sus promesas, será en estos tiempos donde podrás tener momentos gloriosos al ver el poder y fidelidad de Dios; esto si estas y permaneces en Cristo, y su Palabra mora en tu corazón.

Aunque no sepamos que hay más haya de la "densa niebla" el Señor si lo sabe y él nos lleva de su mano, como el buen pastor nos guia con su cayado y con su vara está listo para aun si es necesario "quebrarnos una pata" a fin de que no perezcamos. No podemos caminar solos, pero si con nuestro Salvador, no conocemos el camino por delante, pero nuestro Dios si, y por medio de su Santo Espíritu nos confortará, nos consolará y no dejará que perdamos el gozo, pues nuestra felicidad no puede depender de las aflicciones momentáneas del mundo, sino del gozo de la salvación de caminar con Cristo, habiendo sidos redimidos por él, porque así sabemos que aun si llegase la muerte es ganancia ya que nos veremos cara a cara con Él.

Expresar odio, rencor, amargura, miedo, maldición, obstinación, desesperanza (Aunque humanamente es normal) muestra una pequeñez espiritual y más si te atreves a confrontar a Dios. Todas las cosas nos ayudan a bien (Romanos 8) y si haz aceptado a Dios como Padre, el te corregirá como hijo amado, y por amor permitirá que pases desiertos para hacerte crecer a la estatura de Cristo y mostrarte su poder, para que glorifiques y alabes su nombre aun en medio de las sombras. Si hoy no aprendes lo que este desierto te quiere enseñar, tarde o temprano lo volverás a pasar, todo depende que tan terco seas o que tan sensible a la voz de Dios estés siendo. Revisa tu corazón y mira como está tu relación con el Señor, si tu felicidad esta condicionada, y si tu deseo de serle fiel y servirle es incondicional o está limitado a las circunstancias. De esto depende que no vayas a morir en un desierto sin lograr entrar a la tierra prometida como le ocurrió a toda una generación del pueblo de Israel que por tercos, desconfiados y bocones (aveces es mejor callar y no traer juicio por nuestra boca) vagaron 40 años en el desierto y murieron allí.

¿De verdad amas y confías en Dios? Entonces descansa en Él,  déjale tus cargas y cree en sus promesas.
¿Te falta fe? Pídela sin dudar, el Señor te la dará. 

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"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,  que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;  perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos" 2 de Corintios 4:7-9.

Amados, que sus ojos estén puestos en Cristo Jesús que es nuestra Luz, que su amor y su paz que sobrepasa todo entendimiento esté en sus corazones y que en medio de las sombras, puedas exclamar "Gracias en todo mi Señor, mi Dios y mi Rey". Bendiciones y abrazos a todos.

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